Según datos del Banco
Mundial sobre brecha de género, España ha retrocedido en 14 puestos en el
quinquenio 2010-2015. Pasamos al 28 lugar del ránking mundial en parámetros de
igualdad entre hombres y mujeres.
A la vez, se hacen
evidentes datos que deben hacernos reflexionar;
los estragos y las repercusiones de la crisis económica en los niveles
de pobreza y desigualdad y su brecha de género.
Frente a esto, nuevas y viejas violencias acechan a las
mujeres, los mal llamados “vientres de alquiler” (¿y si hablamos de úteros?) y
la gran demanda de prostitución, que nos sitúa en el primer país de la Unión
Europea.
Antiguos mandatos, para
tiempos nuevos. Demandas articuladas como “derechos”, que hacen referencia
a lo de siempre, sexo y reproducción.
Y, mientras tanto,
pareciera que el discurso feminista quisiera devaluarse como demodé u ocultarse
tras las Políticas de Igualdad (en genérico, sin “apellido”). Pareciera que hay
un gran interés en difuminar o, claramente borrar, las razones de la existencia
del movimiento feminista, las desigualdades históricas entre hombres y mujeres.
Lo constato en muchos
ámbitos y, aunque el feminismo es fuerte, hay una gran masa social que
desconoce la teoría feminista y bebe de fuentes contaminadas donde se habla de
antagonismos y disputas de género, como si feminismo fuera la antítesis de
machismo, hablando de “micromachismos”, cosas pequeñas (¡ay, estas
feministas!). El machismo es algo del pasado, parecen decir, está superado, son
pequeñas cosas, para grandes sensibilidades.
Y hemos de seguir
explicando el significado de Igualdad, porque en cuanto nos descuidamos nos
atizan con aquello de que la “igualdad es un fraude”, que hombres y mujeres
somos diferentes. Y hay que volver a explicar, como siempre argumenta nuestra
maestra Elena Simón, que la diferencia es connatural, que nacemos diferentes,
pero que la diferencia de la cuna no justifica la desigualdad (de género, de
capacidad, económica, etc). Y que el anhelo de Igualdad tiene que ver con el
reconocimiento de derechos y oportunidades, pero también con el trato
igualitario. Que hablamos de Derechos Humanos.
Pues ahí andamos,
hablando de micromachismos mientras el capitalismo neoliberal campa a sus
anchas en connivencia con el sistema patriarcal, sí, el que históricamente
trazó la raya de la desigualdad y la opresión de la mitad de la Humanidad.
Por ello es necesario
hablar de los viejos y los nuevos machismos. De los “macromachismos” como la
prostitución y los vientres de alquiler. Hablemos de explotación, trata y tráfico de personas.
Hablemos de la
apropiación del cuerpo de las mujeres, de su libertad reproductiva y sexual. Y
de los suculentos negocios y beneficios. Y desvelemos el envoltorio almibarado
de solidaridad reproductiva y libertad de elección. Más bien es un abuso de la
parte por el todo, porque lo que de verdad está en cuestión es el deseo del padre, el poder.
Las mujeres, una vez más, sufren el mandato de género,
“biología es destino”- Celia Amorós dixit-.
Desmontar el discurso
neoliberal será difícil, pero necesario y urgente. Muchos intereses, también políticos, hay en
juego. Hablamos de negocio, de transacciones económicas, de PIB ( la
prostitución, junto con las drogas, un 4,5 % en 2015) y de voces a favor de la
legalización tanto de la prostitución como de los vientres de alquiler.
No es permisible que los
deseos de unos atenten contra los Derechos Humanos, la de tantas mujeres que son tratadas y violentadas en
una suerte de “Nuevo Discurso Liberal” de libre elección. ¿Nos olvidamos de la
desigualdad económica y las situaciones de necesidad? ¿Qué hay de la formación
y el acceso al mercado de trabajo?.
La desigualdad campa a
sus anchas. Las lógicas del mercado (todo puede ser mercancía y producto) han
ocupado el espacio de la ética y los límites de la dignidad e integridad de las
personas.
Así que no hay
equidistancia posible, o aceptamos que sean las lógicas del mercado las que
organicen y fundamenten nuestras vidas y sociedades o pensamos colectivamente
cuál es el legado que deseamos para las nuevas generaciones.
Josefina Carreño Montoya.
Maestra de AL
Vocal de la Intersindical Valenciana en la PFA
FEBRERO DE 2017
Publicado (traducido al valencià) en “Quaderns sindicals del País Valencià” nº
64. Epoca IV. Març 2017
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